A partir del 12 de junio, entró en vigencia la orden que establece que ya no necesitarás entregar una prueba COVID-19 negativa para abordar un vuelo con destino a Estados Unidos. La medida fue anunciada por un vocero de la Casa Blanca.
La prueba de COVID-19 era obligatoria para cualquier tipo de viajero que ingresara a EEUU, sin importar su status migratorio. La prueba de vacuna sigue siendo requerida por las aerolíneas.
Varios otros países, especialmente de Europa, ya habían dejado de exigir una prueba previa al embarque de los viajeros internacionales.
Tras una decisión judicial, en abril también se levantó en Estados Unidos el uso obligatorio de mascarilla en el transporte público, en particular en los aviones.
Estados Unidos registra actualmente más de 100,000 casos nuevos de COVID-19 por día, una cifra que, según expertos, es inferior a la realidad.